Siempre tan linda ella...

-Ve a la pista.. van a tirar el ramo!
-No-quie-ro!

Como si no hubiera sido suficiente presión que TODA la familia de mi novio estuviera en esa boda -y como no si la que se casaba era SU hermana-, ahora me invitaban a exponerme abiertamente como la siguiente.

La primera vez que caché el ramo fue en la boda de mi tía Paty un par de meses antes de que yo cumpliera 15... -Si, yo tuve fiesta de XV pero ya otro día les contaré- Cuando el ramo llegó a la mesa las bromas no se hicieron esperar

-Aún podemos cambiar el tema de los recuerdos de sus XV por unos que digan "recuerdo de mi boda!-


Ja-já...

Y así empezó la maldición del ramo de novia, que no es algo que sorprenda viviendo en Tabasco con una población que a duras penas pasa el metro y medio de altura... eso sin presumir que era el poste derecho oficial de la selección de basquetbol en la escuela -entiendase que cachar los rebotes era mi especialidat-

Como cada boda era un ramo nuevo estaba segura que aun sin esforzarme mucho, me colocara donde me colocara, el jodido ramo de mi cuñada iba a volar hasta donde yo me encontrara. Nunca a la primera claro está porque es bien sabido que la tercera es la vencida. El primer tiro nunca vale... en el segundo ya se acercaba más... y es que hasta parece que las novias sólo practican para que me caiga cada vez mas cerquita.

Y no es que obtener el ramo me moleste, porque realmente hasta podría tener mi colección. El problema es que yo no quería ESE ramo... porque obtenerlo, implicaba recibir toda la noche comentarios estúpidos de la familia de mi novio diciendo que cuándo nos casábamos nosotros, cosa que obviamente no me caía muy en gracia.

-No seas chocante, ve por el ramo
-Es en serio.. NO QUIERO
-Y ¿Por qué no?
-Porque SIEMPRE me lo llevo yo... y no quiero tener a tu familia toda la noche molestando como si no fuera suficiente que no dejen de repetirte que "chivo saltado, chivo quedado" además de las indirectas de que "que bonitos nos vemos juntos"
-Que pesada... ni que fuera seguro que te lo vas a llevar tu.
-Te aseguro que si voy me lo voy a llevar yo.
-Jajaja cálmate eh! Pues si no quieres no vayas, pero yo si voy a ir por el liguero.
-¿No me crees que me voy a llevar el ramo?
-No

Y sin responderle me pare de la mesa, con mi largo vestido negro y me dirigí con paso seguro a la pista. Analicé un poco la situación y organicé mi plan de ataque; medí con la mirada a las demás solteras y me coloqué estratégicamente un poco a la derecha y tantitititiiiiito mas adelante que en medio.

Tiraron el ramo por primera vez y no hice ni el más mínimo esfuerzo en saltar.
Repitieron el acto y yo me limité a mirar desde lejos a mi novio con cara de: TE VAS A QUEDAR CALLADITO CABRÓN!

Para el tercer intento la novia trepada en una silla tiró el ramo algo englobadito mientras yo lo seguí con la mirada sin despegar pie del suelo. Todas las chicas y viejas quedadas saltaron en cuanto lo vieron en el aire y yo simplemente espere un segundo más, para cuando ellas ya estaban aterrizando el ramo estaba a centimetros de caerle a las chicas detrás de mi. Era momento de atacar...

Di un buen brinco y cuando digo buen brinco me refiero en serio a un BUEN brinco... extendiendo mi brazo como si mi vida dependiera de obtener el ramo -y si no mi vida al menos mi liderazgo en la relación- y una vez que lo sentí en mi mano y vi la garra de otra arpía que pretendía dar pelea, lo jalé hacia mi y sin hacer una sola mueca de felicidad, bajé el brazo y me dirigí de vuelta a mi mesa.

Cuando conté la historia por primera vez me di cuenta que realmente no lo celebré, ni hice ningún comentario.. creo que ni miré a la novia y me vi algo culera -aunque yo diría que mucho- pero el que mi novio no me creyera me hizo querer demostrarle que yo tenía razón, por lo que sólo me dirigí a la mesa y poniendo el ramo como si fuera una presa recién cazada lista para desollar, sólo me limité a decirle:

-Aquí está TU ramo, ahora me traes MI liguero... ¬¬


Por si se lo preguntan, no... no lo trajo.