Quizá si no me movía podía pasar desapercibida como un cojín más en aquel cómodo sillón en el que me fundí durante la fiesta.
Mirando Fight Club una vez más. Viendo a la nueva pareja besarse, un chico seleccionando música en el iPod y el gato "cazando" las agujetas desatadas de un tenis viejo.
Observando cómo en segundos rompiste la monotonía del momento parándote de tu silla rumbo a la cocina para regresar camino a la puerta preguntando
-¿Alguien quiere algo del Oxxo?
Esperaste brevemente una respuesta. Mientras, quizo saltar de mi boca un ¿Te acompaño? pero guardé silencio temiendo que tu respuesta fuera que sí. Con la mirada aún en la pantalla, mi mente regresó al sillón desvaneciéndose como el humo de uno de los cigarrillos de Marla.
¿Qué se le va a hacer? Soy amable. Pero soy más huevona.